La almazara, nuestra casa

Construida en 1950 en los territorios familiares, la almazara se ha convertido con el tiempo en el centro donde la cultura del aceite de oliva se encuentra con la tradición y la innovación.

Año tras año, hemos mejorado el sistema sustituyendo los antiguos mecanismos por tecnologías de vanguardia capaces de valorizar los métodos tradicionales y realzar el sabor de las aceitunas que, durante cada cosecha, seleccionamos cuidadosamente entre las mejores variedades autóctonas de la zona del Etna.

Para nosotros es fundamental cuidar el territorio y preservar su flora porque sólo respetando el lugar en el que vivimos podemos crear productos de alta calidad capaces de contar con su sabor el suelo volcánico en el que están arraigadas nuestras raíces, la historia de nuestra familia y las tradiciones de una tierra donde el sol y el mar hacen que cada día sea único.